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miércoles, 29 de julio de 2009

Max y Ella en Inglaterra / Parte 4

Hola, Qeridos pandas.
Hoii les cuento la 4ta y ultima Parte de max y ella en Inglaterra.

Max dice..¡Hola Pandas!

Max dice..Vamos directamente al grano, que hay urgencia. Os acordáis del mensaje en clave, ¿no?

“Quien me quiera encontrar al Big Ben debe buscar
Cuando den las 12, un pastelito podrá saborear
Estoy seguro de que le va a gustar

Pero no te des un susto
Si muerdes algo muy robusto
Podria ser la llave – ¡eso si sería un gusto!”

Ella dice..Justo a las 12 descubrimos quién – mejor dicho qué era el Big Ben: corrimos como locos para llegar allí antes de que acabase de dar las 12 campanadas. 6, 7, 8, 9, 10, 11 …¡Conseguido! ¡Ui, por los pelos! ¿Y ahora qué?

Max dice..Vimos a un vendedor que estaba recogiendo su puestecito.

Ella dice..Max le miró con pánico 8O.

Max dice..Claro, no sabía qué hacer.

Ella dice..No hizo falta decir nada: el vendedor ambulante pareció reconocernos en el acto. “Ah, sois vosotros, los dos Pandas detectives. Creo que tengo algo para vosotros – jeje – ¡que aproveche!”. Le dio a Max un pastel de chocolate y desapareció.

Max dice..Mi estómago gruñía del hambre que tenía, y el pastel tenía una pinta tan apetitosa… Iba a comérmelo todo de un bocado cuando oí a Ella gritar: ” ¡Noooooo, Maaaax ¡ ¿Cómo se te ocurre? ¿No ves que podía estar envenenado? ¿No sabes que no se puede aceptar comida de desconocidos?
Pero era demasiado tarde. El pastel ya estaba en mi boca, sabrosísimo… pero de repente ¡KRACK! Mis dientes mordieron algo duro, y lo escupí enseguida: ¡una llave! ¿Pero qué podría abrir?. “¿Seguro que abre una de las puertas del Big Ben”, dijo Ella.

Ella dice..¡Y tenía razón!

Max dice..Nos escabullimos entre las piernas del vigilante sin que nos viese y subimos las escaleras hasta lo más alto de la torre. Allí encontramos una puerta, y con temblorosas manos probamos a abrirla con nuestra llave … ¡y funcionó! Entramos y nos encontramos en una gran sala totalmente vacía. Justo en el centro había un paquete con un cartelito que decía: “Para Max y Ella”. Estaba envuelto como un regalo, y Ella se puso más contenta que unas pascuas: “¡Oh, un regalito para nosotros!”. Tiró del lazo que decoraba en paquete y lo abrió: ¡POOOP!. Un divertido payaso sujeto con un muelle saltó hacia fuera… ¡y tenía el cuaderno negro que buscábamos!.

Ella dice..La verdad, un poco extraño todo, pero bueno, a fin de cuentas teníamos el cuaderno, que era lo que queríamos. Así que volvimos a Scotland Yard y devolvimos el cuaderno a su propietario. Al contarle acerca del payaso y del acertijo nos dijo que sin duda debía tratarse del famoso ladrón “Riddler”, que parece disfrutar como un enano con las mas locas adivinanzas. “¡Lo habéis hecho muy bien, pareja! En este cuaderno está apuntada la dirección secreta de mi hija que vive en Méjico: si no lo hubiéseis encontrado quizá nunca la hubiese vuelto a ver… Pero por cierto, estáis dando una vuelta al mundo, ¿no? ¿Podríais hacerme un favor?”. El abrió el cuaderno y apuntó la dirección en un sobre, lo cerró y nos lo entregó. “Si por casualidad pasáis por Méjico, ¿podríais entregar esta carta a mi hija?. No puedo arriesgarme a enviarla por correo, es muy peligroso, pero confío en vosotros dos.”
Max enseguida se sintió muy halagado y creyéndose un superdetective cogió la carta sin más. Y Méjico no entraba dentro de nuestros planes… Pero bueno, seguro que también es un sitio precioso.

Max dice..Pero antes vamos a España, ¡y en barco!. Éste sí será un viaje largo…

Ella dice..¡Ah, por cierto! ¿Encontrásteis ya la postal de Londres? ¡Seguro que sí: buscad “en verde”! ;-)


Panfuciiita, Max y Ella. :)

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